domingo, 18 de febrero de 2007

Cepillado de dientes

Acabé de ver una bonita película, acababa con la imagen de los protagonistas cepillandose los dientes, que bonita imagen...

Cuando acabó la película, me dirijí hacia el cuarto de baño... sacudí mi lacia melena a lo "style star" y agarré ( ¡ups esto de agarré no queda de Style Star! ) sostuve mi cepillo de dientes entre mis dedos y con la otra mano apreté mi bote de pasta de dientes colgate Blanqueador Ultrasónico y la cremosa pasta se posó sobre el cepillo... Abrí el grifo dejando caer el agua infectada de cloro que abunda tanto en las urbes <<>> y posé el cepillo bajo el grifo con el propósito de mojar la pasta.
Acto seguido introducí el cepillo en mi boca, limpiando mis dientes con sumo cuidado, imitando esa bella escena de la tierna película... Ahí fué donde todo se complicó... la espuma comenzó a crecer y mi boca no tenia ni mucho menos el aspecto bonito que tenia la de la muchacha de la peli, y ya no hablemos de la cara que ponia, mi cara era una especie de possesión diabólica: la barbilla hacia arriba(para poderme ver los dientes mejor) la nariz como oliendo a heces (mierda) , los ojos centrados en mi propia boca no hacian de mi rostro algo agradable de contemplar... Aunque eso no fué lo peor. Lo peor fué cuando la espuma comenzó a resbalarme de la boca para irse precipitando mejilla abajo dándome un aspecto para nada glamuroso a mi rostro... yo para intentar salvar la reproducción de esa bella escena saqué la lengua de la boca para limpiarme de la mejilla esa espuma pero lo que conseguí fué que la espuma que tenia en la lengua se precipitara también hacía abajo... fué un acto reflejo ¡lo juro! escupí, sí, ya se que no queda muy Style Star, pero no lo pude evitar, así que escupí... dejando un bonito estucado en el fabuloso cristal de mi cuarto de baño que poco a poco fué deshaciendose a causa del efecto de la gravedad en las gotas de pasta-agua-saliva produciendo así un hermoso grabado en la lisa superfície del cristal que posteriormente la inculta de mi madre no supo apreciar.
Y yo que soy muy tozuda no me dí por vencida, ¡Vamos, ni mucho menos! seguí cepillandome los dientes, observando a traves de las pequeñas rendijas que ofrecian los caminos que dejaban las gotas del estucado... como quería que mis dientes estubiesen lo mas limpios, blancos y divinos que nunca, me cepillé con fuerza... demasiada: miles de gotitas fueron a parar a mi antes ondeada melena Style Star y otras miles a mi preciosa camiseta que me había costado un ojo de la cara (camiseta negra)
Horrorizada por tal espectáculo antichic decidí que era mejor enjuagarse y olvidar todo ese asunto pues estaba claro que ese dia no estaba inspirada para nada... llené mi boca de agua de un vaso lleno de agua, dejando el agua del mismo hecha una hez (mierda) , y tras mover el agua dentro de la boca escupí con toda mi rabia y me odio esa agua ( con toda mi rabia y odio porque no me había salido la escena) produciendo así un efecto de la física que no pude apreciar del todo bien ya que mis ojos se llenaron de agua-pasta-saliva...

¿Está claro lo que pasó no? Se me confirmó esa leyenda urbana de que TODO en la TV está trucado.

sábado, 10 de febrero de 2007

La deuda de Invierno

Hace miles de años, los hombres comenzaron a abrigarse, a acumular alimento para el invierno, a buscar cobijo bajo pieles, cuevas... Comenzaron a perder el respeto al invierno. Ya nadie temí al frío y al hielo, ni al viento gélido, pues grandes abrigos de piel abrigaban sus desnudos cuerpos, y las cuevas, esas malditas cuevas les cobijaban de las finas agujas de hielo que el invierno creaba... ¡SE ATREVIAN A JUGAR CON LA NIEVE! a reírse del frio... el frío orgullo de la dama invierno no podía permitir eso...

- He de deciros algo a todas: Primavera, Verano, Otoño... Yo la estación Invierno estoy siendo ultrajada por la raza humana... es por ello que os pido unas concessiones de vuestras respectivas épocas para poder crear el mas grande y cruel invierno jamás visto sobre la faz de la Tierra.

- ¿Y cual es el motivo por el que te sientes ultrajada? - preguntó curiosa la primavera

- Los humanos me han perdido el respeto, juegan con la fría nieve, se bañan en lagos para desafiarme... Se rien de mi poderoso viento.

Otoño, Primavera y Verano dialogaron entre ellas hasta llegar a un acuerdo...

- Muy bien, yo, la dama Otoño te cedo mi espacio... Llena del más frio hielo los meses de Septiembre, Noviembre y Octubre.. Haz que las hojas caigan al suelo y se fragmenten en miles de pedazos de transparente hielo; mas sin embargo te ruego que no robes el color brillante de las hojas del otoño.

- Muchas gracias dama Otoño.

- Yo la dama primavera te cedo mis meses de Marzo, Abril y Mayo, convierte en blancas las verdes praderas, hiela las cascadas, agita los árboles con tu mas poderoso viento helado, más sin embargo te pido que dejes vivir a la flor del invierno.

- Eso haré Primavera

La dama verano miraba la situación desde la distancia...

- Y tu dama verano, ¿me concederias tu espacio?

- Si, pero no gratuitamente, cuando tu hielo no se derrita en mis tórridos meses, aumentarán una deuda, una deuda que deberás saldar en el futuro. Poco a poco deberás ir perdiendo fuerza, hasta solo dejar una sueva brisa gélida. Todos se pensarán que algo ocurre con su planeta, sin embargo lo que verdaderamente acontecerá será el pago de una deuda, tus poderes frios no existirán en ese día... Ese dia el sol mas radiante propio del verano, las flores mas coloristas de la primavera y las hojas mas secas del otoño surgirán al mismo tiempo... Cuando pagues tu deuda todo volverá a su equilibrio natural... ¿Aceptas?

- Sin dudarlo, ¡nadie podrá olvidar este glacial invierno que se abatirá sobre la Tierra!

Frios años sucedieron al pacto, grandes hielos arrasaron continentes, gélidos vientos asustaban a los hombres creando así la sonrisa en el rostro de Invierno...

La glaciación se terminó.

- Muy bien, ya estoy dispuesta a pagar la deuda...

- La deuda será pagada en el momento que nosotras estimemos oportuno.

- Como queráis...

Otras glaciaciones sacudieron la Tierra, menos intensas, pero sin embargo seguian engrosando la deuda de Invierno...

Pasaron miles de años, llegaron hasta el denominado s.XX, fué entonces cuando Verano dijo a Invierno

- Invierno, ha llegado la hora de pagar tu deuda, pues cuando llegue el nuevo milenio empezarás a remitir, y al septimo año del milenio desparecerás... Cuando saldes tu deuda podrás volver, no antes, pero mientras todos los seres humanos sonreirán al cálido invierno, viviran inviernos sin frio y esta vez si se reiran de tí.

Invierno no dijo nada, se retiró a reposar y a esperar el pago de la deuda, en cuanto la saldara, podria volver a entumecer los frágiles dedos de los humanos y a helar sus sucios estanques.